Creer que hay posibilidad de que en el mundo se acabe con la sociedad de clases, el capitalismo, el feminismo y la heteronorma no es ser idealista. Y tampoco es imaginar demasiado.
Estoy cansada de escuchar lo mismo, estoy cansada que cuando hable de acabar con sistemas opresivos me digan que es pedir mucho y que soy demasiado idealista por no contentarme con lo que se me ha dejado. Creer que el ser humano no es egoísta por naturaleza y que estos sistemas sin opresión son posibles no es ser idealista.
Ser idealista sería creer que esto puede darse de un día para el otro, es creer que un día me voy a despertar y no va a haber mas machismo, mas clasismo, mas homofobia o mas racismo. Creer que es tan fácil como decir a las mujeres que denuncien el maltrato (pero no educar a los niños desde una educación feminista y seguir perpetuando los roles de género para sin impedir que estos acaben como maltratadores) o que la pobreza en el mundo subdesarrollado se acaba donado a UNICEF y dando un Euro a los vagabundos de los mundos no tan "subdesarrollados" (en vez de analizar la situación y el sistema en el que vivimos para darnos cuenta cual es el verdadero problema, no son los sobres o las tarjetas black sino un sistema que va detrás que respalda todo esto y que nunca lo condenará realmente porque sale beneficiado de nuestra pobreza y de la riqueza de esos pocos). Ser idealista es creer que con decir que no eres racista por tener un amigo negro dejas de serlo (cuando pones cara de asco a los musulmanes o te quejas de los refugiados porque vienen a robarnos, o cuando tiras de "humor negro" para perpetuar su opresión).
Y lo digo de nuevo y lo volveré a decir hasta que me quede sin voz, esto es una lucha de generaciones. No creo que vaya a ver esta sociedad sin clases o esta sociedad no patriarcal. Pero puedo ayudar. Puedo ser parte de la lucha en contra de los sistemas que cobran vidas y nos oprimen diariamente. Puedo poner mi grano de arena. Puedo luchar ahora en las calles y en las redes y podré luchar también cuando tenga que elegir qué educación dar a mis hijos. Para que ellos puedan seguir con nuestra lucha.
Y aunque yo no lo vea me reconforta pensar que en algún momento toda esta lucha merecerá la pena, que nuestros hijos, nietos o bisnietos podrán vivir en un mundo en el que por nacer con un sexo o con otro no se le van a asignar unos roles que van a dictar cómo deberá ser su vida o cómo deberá comportarse. Que podrán vivir en un mundo donde ser mujer no es un peligro. Un mundo donde una cultura no será considerada superior o la encargada de civilizar a las culturas "no civilizadas". Que vivirán en un mundo donde podrán querer a quien quieran sin tener en cuenta si es chico o chica y sin miedo a querer. Que podrán ser quienes quieran. Un mundo donde unos pocos no van a explotar a unos muchos.
La Revolución Francesa no se hizo en dos días, tampoco se terminó con la esclavitud en dos horas y las mujeres no conseguimos el voto ni poder salir del hogar para entrar en el mundo laboral en una semana.
El fin del Antiguo Régimen parecía un sueño y algo de idealistas, también que los negros dejaran de ser propiedad de un amo o las mujeres propiedad de un hombre.
Y el fin del capitalismo, del racismo, del patriarcado o de la heteronorma también lo parecen ahora mismo. Pero eso no significa que lo sea. Eso no significa que en un futuro se mire para atrás y se vea todo esto como cosa del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario