El
concepto de bilingüismo ha sido utilizado ideológicamente por lo
sectores que ven el bilingüismo de los otros como la mejor
garantía
para el mantenimiento de SU monolingüismo. En realidad, no
hay ni una sola sociedad bilingüe, solo lo son los hablantes de la sociedad oprimida. Para los hablantes de la lengua dominante el bilingüismo es algo optativo, es una cuestión de voluntad, así que pueden practicar un monolingüismo sin ningún problema.Es graciosa la atribución que se le da a ciertas comunidades de un carácter totalmente bilingüe. Ya que esto solo desenmascara las motivaciones de un conjunto de individuos de una comunidad para ser bilingües. Nadie considera bilingüe a las comunidades lingüísticas como la danesa, holandesa, noruega... aunque en estas comunidades el conocimiento de una segunda (o hasta tercera) lengua esté generalizado. En cambio, si que consideramos bilingües comunidades como la vasca, la bretona, la occitana... Deberíamos tener en cuenta que una de las constantes en cualquier proceso de substitución lingüística es la existencia (durante un periodo mas o menos largo) de una fase de bilingüismo generalizado, en la que dos lenguas (dominante y oprimida) son habladas simultaneamente en la sociedad. Esta situación es dinámica y transitoria, pero el periodo de transición es lo suficiente lento para que algunos sectores promuevan el estado bilingüe de la sociedad y lo pinten como fijo e inmutable (cuando es solo transitorio que conduce a la sustitución).Cuando llega un punto determinado en la evolución de este conflicto el proceso de substitución se acelera y situa a la lengua oprimida en un camino sin ningún tipo de retorno a la extinción. Muchos analistas han podido comprobar que son suficientes cuatro generaciones para pasar del monolinguismo (lengua A) generalizado en una comunidad a un otro monolinguismo (lengua B) despues de un periodo de bilinguismo.Ahora daré un ejemplo, que he sacado de "Papeles de sociolingüística" de Lluís V.Aracil con el castellano y el valenciano .
hay ni una sola sociedad bilingüe, solo lo son los hablantes de la sociedad oprimida. Para los hablantes de la lengua dominante el bilingüismo es algo optativo, es una cuestión de voluntad, así que pueden practicar un monolingüismo sin ningún problema.Es graciosa la atribución que se le da a ciertas comunidades de un carácter totalmente bilingüe. Ya que esto solo desenmascara las motivaciones de un conjunto de individuos de una comunidad para ser bilingües. Nadie considera bilingüe a las comunidades lingüísticas como la danesa, holandesa, noruega... aunque en estas comunidades el conocimiento de una segunda (o hasta tercera) lengua esté generalizado. En cambio, si que consideramos bilingües comunidades como la vasca, la bretona, la occitana... Deberíamos tener en cuenta que una de las constantes en cualquier proceso de substitución lingüística es la existencia (durante un periodo mas o menos largo) de una fase de bilingüismo generalizado, en la que dos lenguas (dominante y oprimida) son habladas simultaneamente en la sociedad. Esta situación es dinámica y transitoria, pero el periodo de transición es lo suficiente lento para que algunos sectores promuevan el estado bilingüe de la sociedad y lo pinten como fijo e inmutable (cuando es solo transitorio que conduce a la sustitución).Cuando llega un punto determinado en la evolución de este conflicto el proceso de substitución se acelera y situa a la lengua oprimida en un camino sin ningún tipo de retorno a la extinción. Muchos analistas han podido comprobar que son suficientes cuatro generaciones para pasar del monolinguismo (lengua A) generalizado en una comunidad a un otro monolinguismo (lengua B) despues de un periodo de bilinguismo.Ahora daré un ejemplo, que he sacado de "Papeles de sociolingüística" de Lluís V.Aracil con el castellano y el valenciano .
"La substitución lingüística consiste en una secuencia de etapas, una de las cuales es el bilingüismo transitorio. De hecho este caso ha sido tan fugaz en muchos casos valencianos que ha llegado a menudo a la generación siguiente. Curioso detalle es que el mito (del bilingüismo) florece y perdura indefinidamente cuando la castellanización es un hecho que ya se ha alcanzado, y el bilingüismo transitorio es apenas un recuerdo familiar, borrado a medida que los recuerdos de los "origenes" suplantan la historia real. Yo, que soy hijo de familia castellanizada puedo dar testimonio de que mis padres, instalados en un castellano suficiente bueno, no se preocuparon de ninguna manera de que yo fuese bilingüe. Y todos los otros casos que conozco son parecidos. Dando justicia a la verdad, tengo que añadir que mis padres fueron de alguna manera "liberales". Tampoco me prohibieron aprender ni hablar catalán por mi cuenta. Sé que otros padres valencianos vigilan a sus hijos mas ansiosamente. En fin, muchos valencianos que hemos recibido el castellano como lengua materna, antes que aprender a escribir podemos encontrar dentro de nuestra crónica familiar una abundancia de recuerdos que testifican el uso nativo y coloquial del catalán en nuestros antepasados. El cambio de idioma producido mientras tanto es, pero, un hecho histórico no reconocido"A parte de todo lo dicho, este cambio tiene un efecto en la esfera psicológica de los hablantes de la lengua que va desapareciendo.Los hablantes de la lengua dominada suelen verse afectados por un sentimiento de autoodio, que se proyecta en la lengua y en todo lo que tiene que ver con las formas de vida de su comunidad de origen, que son vistas como anacrónicas, delante de la modernidad a lo que se asocia los usos, cada vez mas y mas restringidos, en que aún se considera adecuado utilizarla. Su lengua se ve como un estorbo al progreso personal en vez de una manera para llegar a nuevos conocimientos, experiencias, relaciones... Como es obvio, este proceso no tiene que tener un desarrollo inmutable y lineal. A veces, el hablante del idioma oprimido toma conciencia de la situación e inicia un seguido de acciones dirigidas a acabar con este estado de discriminación.